domingo, 30 de septiembre de 2012

A moverse! ...aun en espacios cerrados

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Es un día lluvioso. No podés salir a caminar al parque ni pasear en bicicleta. No podés jugar deportes con tus amigos ni nada que involucre salir afuera… a menos que te guste ejercitar bajo la lluvia. ¿Qué hacer? Bueno, en realidad las paredes de la casa no nos limitan cuando se trata de poner al cuerpo en movimiento. Antes que todo, debemos comenzar por el calentamiento, lo cual se puede realizar haciendo unos 10 minutos de carrera en el sitio. Se puede descansar entre carrera y carrera unos pocos segundos sin dejar de marchar en el lugar. Si se posee una cinta o bicicleta fija, se puede realizar el calentamiento allí. También se puede usar las escaleras de la casa subiendo y bajando las mismas. Luego pasamos a los ejercicios en sí. Podemos trabajar los abdominales, los glúteos, las piernas, los brazos… Es mejor trabajar el cuerpo completo, pero siempre se puede hacer más énfasis en las zonas que más deseemos trabajar. Se pueden hacer diferentes rutinas, rutinas que más nos gusten. En realidad, incluso bailar puede ser considerado ejercicio si lo hacemos de manera consistente y nos movemos mucho. Lo importante es que pongamos al cuerpo en movimiento durante media a una hora y tener en cuenta que entre ejercicio y ejercicio se recomienda no descansar más de 2 minutos. Al finalizar la rutina de ejercicios, siempre se deben de realizar unos minutos de estiramientos. Estos consejos son igualmente aplicables para todos aquellos que no tienen un gimnasio cerca o que simplemente no desean salir de casa para entrenar. Eso sí, requiere de constancia y esfuerzo de cada uno dedicar tiempo de su vida al menos 3 veces por semana a mover el cuerpo, ayudando al mismo a mantenerse en forma.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Obesidad infantil

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Los objetivos de la nutrición en los pequeñitos son lograr su potencial genético y prevenir el desarrollo de enfermedades en la edad adulta. Es interesante que hoy en día la mayoría de los padres se desviven por proveer a sus hijos la mejor educación a su alcance, pero no están logrando hacerle llegar una buena educación nutricional a los mismos. Es cierto que hay muchos factores en contra: el incremento de los lugares de comida rápida y la diversión que a ellos se asocia, el fácil acceso a golosinas y comida chatarra en los lugares de estudio, las diversas actividades cotidianas que nos roban el valioso tiempo de preparación de comidas saludables, la exposición casi continua a publicidades ingeniosamente elaboradas para captar la atención de los consumidores (en especial de los que más escándalo armarán en los lugares de compra para obtener lo que quieren)… En síntesis, el ambiente actual está preparado para crear futuros adultos obesos. Es más, hay un incremento alarmante en la cantidad de niños que hoy en día ya son obesos. La tradición pinta una imagen distorsionada con respecto a la obesidad infantil: “El niño gordito es saludable, el flaquito es enfermizo”. Aunque es cierto que los niños desnutridos son enfermizos, no hay nada de cierto en que los niños obesos sean saludables. El aumento creciente de consumo de alimentos ricos en colesterol, grasas saturadas (grasas animales), sacarosa (azúcar de mesa) y sodio (sal) está asociado al aumento de las enfermedades como la obesidad (sí, la obesidad es considerada una enfermedad), hiperlipidemias (un nivel aumentado de grasa en sangre), enfermedades cardiovasculares, diabetes, HTA, cáncer, osteoporosis, así como otras enfermedades crónicas no transmisibles. Las evidencias epidemiológicas sugieren que estas enfermedades se inician en la infancia e incluso en el período fetal, aun cuando las manifestaciones clínicas vengan años después. Está claro que no es un tema para tomar a la ligera. Aun cuando, como mencioné anteriormente, muchos factores trabajen en contra de mantener el peso de nuestros hijos en niveles saludables, la responsabilidad sigue cayendo en el hombro de los padres. Son ellos quienes tienen el deber de inculcar hábitos alimenticios y de ejercicios saludables en sus retoños. El modo de alimentarse, así como las preferencias y rechazos hacia determinados alimentos, están fuertemente condicionados por el aprendizaje y las experiencias vividas en los primeros cinco años de vida. Pero esto no significa que sean incorregibles. En cualquier momento de nuestra vida podemos corregir lo que está mal en ella. Claro que es mucho mejor si desde pequeños tenemos hábitos saludables. Vayamos con un ejemplo clásico. Cada vez que el bebé llora, hay mamás que tienden a darle el pecho. Lo que esto graba en la mente del bebé es que el displacer o discomfort es solucionado con algo dulce (ya que la leche tiene un ligero dulzor) y esta idea queda de por vida. Es importante que las madres aprendan a diferenciar los llantos de su bebé y esto únicamente se puede lograr prestando atención al mismo, dedicándole el tiempo que se merece. Una pregunta frecuente de las madres tiene que ver justamente con el manejo del azúcar y los edulcorantes en los niños. Como norma general se puede decir que a niños menores de 2 años no se les debe dar ni edulcorantes ni productos light. En todo caso, se puede disminuir la cantidad de azúcar con relación a la cantidad utilizada habitualmente si ésta es excesiva y se está preocupada por el peso de la criatura. A los niños de 2 a 5 años se les puede dar productos light, pero se debe evitar agregar edulcorantes a las infusiones o a la leche (a manera de evitar un exceso de los mismos en su alimentación). A partir de los 5 años, los niños pueden consumir edulcorantes en bajas cantidades para endulzar infusiones o la leche y pueden consumir productos light (siempre de manera controlada). Ahora bien, este es solo uno de los temas que preocupa a las madres. En un post futuro estaré hablando de otros temas como el desayuno infantil saludable, el almuerzo escolar adecuado, cómo incitar a ejercitarse a los chicos que no quieren hacerlo, etc.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Primeros auxilios


Realizando una limpieza profunda de mi computadora, me puse a ver todas las presentaciones PowerPoint que me habían enviado, a revisar las músicas que me pasaron, las fotografías… todo lo que ocupara espacio de memoria y ver qué archivos quedaban en mi computadora y cuáles no. Entre los literalmente cientos de diapositivas que vi, se me dio por compartir el mensaje que encontré en uno de ellos. El texto mencionaba que todos necesitamos un botiquín de emergencia con el siguiente contenido: unos lentes, una goma elástica, una venda, un lápiz, un hilo, un borrador, un besito de chocolate (Kisses) y una bolsita de té. Ahora bien, quiero aclarar que esto no es algo médico ni nada por el estilo. Esta presentación, como la grandísima mayoría de las presentaciones que circulan en mi mini mundo virtual, son creaciones de personas que las hicieron con el objetivo de hacer reflexionar. Y es más bien a eso a lo que apunta el post de hoy. Creo firmemente que la salud física no puede estar separada de la salud mental, emocional y espiritual. Hoy tocamos lo emocional ;) Volviendo a nuestro botiquín de primeros auxilios, ¿para qué todas esas cosas? Los lentes son para ver todas las cualidades de la gente que nos rodea; la goma elástica es para acordarse de ser flexible cuando la gente o las cosas no son lo que desearíamos; la venda es para curar los sentimientos heridos, tanto los nuestros como los de los demás; el lápiz lo debemos de tener siempre cerca para anotar todo lo bueno que recibimos cotidianamente; el hilo sirve para atar a nuestro corazón a las personas que realmente son importantes en nuestra vida y que la rutina nos las puede hacer olvidar; el borrador está para recordarnos que cada uno de nosotros cometemos errores y que tenemos ocasión de borrarlos… y hacer lo propio con los errores de los demás; el besito de chocolate es para recordarnos que todo el mundo necesita un besito, un mimo y una palabra tierna cada día y, por último, la bolsita de té está en el botiquín para que al final del día podamos relajarnos, reflexionar sobre los acontecimientos del día de una manera positiva y descansar tranquilamente, preparándonos para el nuevo día de vida que nos espera. ¿Está tu botiquín completamente equipado?

domingo, 9 de septiembre de 2012

Filtros del cuerpo

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Nuestro cuerpo está formado por diversos órganos que cumplen funciones que permiten nuestra vida tal como la conocemos. Conozcamos a uno de ellos: el riñón. Mejor dicho, los riñones, ya que son dos. Los riñones son órganos excretores que tienen forma de habichuela y,  aproximadamente, el tamaño de un puño cerrado. Están situados en la parte posterior del abdomen, uno a cada lado de la columna vertebral, con el riñón derecho levemente más abajo que el izquierdo. Los polos superiores de los riñones están protegidos, parcialmente, por las costillas y cada riñón está rodeado por dos capas de grasa que ayudan a protegerlos. ¿Para qué sirven los riñones? Filtran la sangre del aparato circulatorio y eliminan los desechos (diversos residuos metabólicos del organismo como ser la urea, el ácido úrico, la creatinina, el potasio y el fósforo) mediante la orina. Diariamente los riñones procesan unos 200 litros de sangre para producir hasta 2 litros de orina. La orina baja continuamente hacia la vejiga (a través de unos conductos llamados uréteres) donde es almacenada hasta el momento de su expulsión. ¿Acaso no estamos hechos de manera maravillosa? Fuimos diseñados de manera que no nos intoxiquemos con nuestros propios desechos, a la vez que no perdamos valiosos nutrientes necesarios para la vida. Estos filtros naturales merecen de nuestro cuidado y atención. Es importante el consumo diario de 2 litros de agua y moderar el consumo de alimentos ricos en proteínas y en minerales.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Protejamos nuestro corazón

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Todos tenemos un trabajador incansable dentro de nosotros. Literalmente, no para un segundo. El corazón merece todos los cuidados que podamos darle. Es importante que antes de que siquiera aparezcan síntomas de problemas cardíacos lo cuidemos por medio de ejercicios y una alimentación saludable. Una caminata de 30min al día ya es una buena elección para con el corazón, pero si el cuerpo da para más, siempre es mejor poder dedicar hasta una hora del día a estar activo físicamente. Con respecto a la alimentación, en nuestro consumo diario deben de primar las frutas, los vegetales, los cereales integrales, las legumbres y las semillas. Se recomienda al menos tres veces por semana el consumo de pescado y mariscos. Con respecto a las aves de corral, los huevos y los productos lácteos (quesos y yogurt), la recomendación es de consumirlos con moderación. Las carnes rojas y los dulces son alimentos para consumir menos frecuentemente. En el caso de las carnes, es mejor consumirla de 2 a 3 veces por semana. Con los dulces es mejor hacer como se hacía antes con las golosinas: solo para ocasiones especiales y con mucha moderación. Las recomendaciones actuales hablan de disminuir el consumo de sal de manera preventiva incluso, así que sería bueno condimentar los alimentos preferentemente con hierbas y especias de la preferencia del paladar. Entre las bebidas alcohólicas, el vino tinto es la mejor elección para el corazón. Siempre con moderación. Y siempre recordar beber abundante agua. Estas son recomendaciones generales para un corazón saludable. Este trabajador incansable no nos pide mucho como su salario. Tan solo que lo cuidemos como se merece para que pueda seguir latiendo por mucho tiempo más.