domingo, 8 de mayo de 2011

H2O

Refrescante vaso de agua encontrado aquí
Agua. La mención de esta palabra nos trae a la mente muchos y diversos pensamientos. Arroyos, lagos, ríos, mares y océanos. Cascadas y cataratas rodeadas de exuberante naturaleza. La temida guerra por el agua, la contaminación de la misma. Aguas subterráneas, aguas de glaciares. Agua dulce, agua salada. Un vaso de agua bien fría en verano. Piscinas. Agua hirviendo para ser utilizada en la preparación de un buen mate cocido, té o café. Sopas. Las imágenes visuales que crea en nuestra mente esta palabra son interminables. Es que este líquido vital está en todas partes… y agradecemos que así sea. El cuerpo humano está constituido de un 60 a 70% de agua. La gran mayoría de las reacciones que en él ocurren necesitan de agua en alguna de sus etapas. Hasta la piel se mantiene sana y radiante cuando estamos bien hidratados. No hay duda: uno de los pilares fundamentales de una vida saludable es una buena hidratación. El consenso general entre los entendidos es que se necesita la ingesta de unos 2L de agua diaria. Claro que esto varía de acuerdo al clima y las características físicas de cada uno (como ser cuánta agua perdemos por la transpiración). Ahora bien, ¿cómo distribuir esos 2L durante el día? Los 2L pueden ser distribuidos en 8 vasos de 250ml cada uno o 10 vasos de 200ml cada uno. Comencemos el día con la ingesta de uno o dos vasos de agua. Aunque el cuerpo estuvo descansando, no dejó de utilizar agua durante la noche. Así que al despertar necesita que se le reponga el agua utilizada. A lo largo de la mañana, uno o dos vasos. Unos 20min antes del almuerzo, uno o dos vasos de agua (lo cual, dicho sea de paso, ayuda a disminuir la ingesta luego. Un pequeño tip para quienes quieren deshacerse de unos kilos ;) y luego a lo largo de la tarde, uno o dos vasos. Finalmente, antes de dormir, uno o dos vasos. Así llegamos a los 8 a 10 vasos de agua por día. Esta es una forma de distribuirlos, pero no es la única. Cada uno debe hallar la manera que más le conviene a su propio cuerpo y que mejor vaya con su horario diario. El punto es disfrutar de la sensación de un cuerpo bien hidratado.

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