Encontré este ajo aquí
…bien puede alejar al doctor de
su vida. Y no por el aliento que da. Esta hortaliza que se consume como
alimento, como condimento y como medicina desde tiempos inmemoriales es, muy
probablemente, a la que más propiedades curativas se le han adjudicado a lo
largo de la historia: desde reducción de los gases intestinales y de la
producción de moco hasta expectorante e inhibidor de la oxidación del
colesterol malo. Lo cierto es que el ajo contiene componentes azufrados que son
hipotensores (bajan la presión arterial), hipoglucemiantes (bajan el azúcar en
sangre), anticoagulantes (evitan la coagulación de la sangre), antibióticos
(anti-bacterias), antifúngicos (anti-hongos), antivirales (anti-virus),
hipocolesterolemiantes (bajan el colesterol en sangre), antioxidantes (evitan
los efectos nocivos de los radicales libres) y anticancerígenos. También
presenta componentes no azufrados que poseen efectos cardioprotectores, efectos
beneficiosos sobre el asma y la alergia, efectos estimulantes en el sistema
inmune y efectos antiinflamatorios... además de algunas de las propiedades ya
citadas de los compuestos azufrados. Maravilloso. Aunque difieren en las cifras, el mayor
consenso se da en que es un diente de ajo, 2 a 4g de su polvo, 10mg de su aceite
o 1,5 a 3g de su extracto por día la cantidad a consumir para tener los
beneficios deseados. Es bueno no pasarse de esas dosis, ya que a dosis elevadas
el ajo puede causar irritaciones gástricas y náuseas. Pero, ¿cómo aprovechar
estas propiedades de la mejor manera? (Entendiéndose por “mejor manera” una en
la que se aprovechen plenamente estas propiedades sin dejarnos con un aliento
que espante de nuestro lado a quienes no hayan consumido ajo). Cuando este es machacado,
partido o cortado, varios de sus componentes azufrados son liberados,
abandonando el interior de las células vegetales. Entonces interaccionan unos
con otros para desencadenar una cascada de reacciones químicas, la cual genera
un número elevado de sus componentes. Esto quiere decir que si buscamos las
acciones de sus componentes azufrados, necesariamente debemos machacar, partir
o cortar el ajo. Se puede hacerlo en agua fría y luego mezclar el ajo machacado
con leche tibia con un poco de canela para su consumo. O, luego de consumir el
ajo machacado, beber una infusión de hojas de menta o un jugo de limón sin agua
ni azúcar. También es importante lavarse bien los dientes y la lengua y
utilizar un enjuague bucal. Masticar una ramita de perejil por unos 5min es
otro truco para deshacerse del mal aliento. Hacer buches poniendo 2 cucharaditas
de bicarbonato de sodio en una taza con agua tibia es otro truco. Si nada
funciona, existen en el mercado cápsulas del polvo de ajo, las cuales no deberían causar mal aliento. Ahora bien, ¿en qué momento del día consumir el ajo? Para efectos
antiparasitarios, hipotensores e hipoglucemiantes, el mejor momento es a la
mañana en ayunas; para lograr efectos en la dislipidemia, después del almuerzo.
¿Quién se anima a darle al ajo la oportunidad de ayudarle a mantener su vida
saludable?
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