domingo, 1 de julio de 2012

Tierra limpia, alimentos limpios: plantar un arbol


Encontré este arbolito aquí
Las plantas tienen la habilidad de transformar dióxido de carbono (tóxico para el humano) en oxígeno. Básicamente hacen la respiración humana a la inversa. Es por eso que son considerados los pulmones de nuestro planeta y es por eso que el que cada uno de nosotros plante un árbol ayuda a tener aire más puro. El dióxido de carbono es uno de los gases invernaderos. Por ende, aumentar la cantidad de árboles en el planeta ayuda a disminuir la cantidad de gases responsables del cambio climático que según se entiende en la actualidad conduce al calentamiento global. Otro punto importante es que las hojas de los árboles retienen las partículas de polvo que flotan en el aire, evitando que las inhalemos al respirar. También liberan vapor de agua que refresca el aire y lo humedece. Si se plantan árboles alrededor de la casa se puede refrescarla considerablemente, lo que disminuirá el uso de los sistemas de refrigeración evitando así otra fuente de contaminación del ambiente. Lo inverso también es cierto: impide el paso al frío viento de invierno, disminuyendo la necesidad de calefacción. Un punto importante para aquellos que vivimos en la ciudad: las grandes masas de hojas funcionan como amortiguadores del ruido generado por el tránsito, las industrias y el funcionamiento de la ciudad. La tala de árboles se hace cada vez más frecuente, hasta el grado de llegar a verlo como parte normal de la vida en la actualidad. La realidad es que, aunque es parte de la vida, la tala indiscriminada de árboles y a la escala en la que se realiza en la actualidad no es normal. Es más, al talar un árbol desaparecen cientos de otros seres vivos que habitan en él. Cada árbol funciona como un verdadero ecosistema: sobre él viven pájaros, insectos y a veces otros vegetales que interactúan entre sí. Al plantar un árbol promovemos ese ecosistema. ¿Qué pasa por debajo de la tierra? Las raíces evitan la erosión y el desgaste de los suelos, sosteniendo las partículas del suelo con sus raíces. Esto ayuda a que se reduzca la contaminación que corre hacia nuestras vías fluviales también. Además, retienen el agua de lluvia permitiendo que ésta filtre lentamente a través del suelo hasta los acuíferos y que se dirija despacio hasta los ríos, manteniendo estable el caudal y evitando sequías e inundaciones. Razones extra: Los árboles embellecen la casa y el barrio, proporcionando señales de cambio de estaciones, añadiendo elegancia, color y calidez y pueden aumentar el valor monetario de la casa. Razones no nos faltan. Ahora bien, al plantar un árbol es bueno tener en cuenta el plantar especies nativas. De esta manera se contribuye a mantener vivas las especies típicas, muchas de las cuales ya están en riesgo de extinción. También es sabio averiguar en el municipio de la ciudad donde vivimos acerca de la normativa vigente que regula el arbolado público urbano. Busquemos el lugar perfecto y plantemos nuestro arbolito :)

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