domingo, 11 de marzo de 2012

Compra productiva y provechosa

Conseguí esta foto en este interesante artículo
Ir de compras. Algunas personas AMAN hacerlo. Otras lo odian. Y otras más son totalmente indiferentes. Sea cual sea el grupo al que pertenezcamos, lo cierto es que todos podemos beneficiarnos de tips para realizar compras inteligentes. Lo primero y más importante: no ir al supermercado o a la despensa con el estómago vacío. Cuando tenemos el estómago vacío, nos tientan aún más los artículos que vemos. Capaz no los necesitamos y no teníamos pensado comprarlos, pero nos tientan y terminamos comprándolos. Otra ayuda para no comprar artículos innecesarios: hacer una lista de compras en casa. Verificar la heladera y los estantes de la cocina para ver qué es lo que realmente necesitamos. Poner medidas y cantidades de lo que necesitamos comprar. Cuanto más detallada la lista, menos probabilidades de comprar artículos innecesarios. Un punto que no siempre tenemos en cuenta: el tamaño del carrito. Cuanto más grande, más probabilidades de compras innecesarias. Si en nuestra lista no figuran muchos artículos, quizá incluso es mejor utilizar la canastita en vez del carrito. Los grandes supermercados son lugares de grandes negocios. Como tales manejan estrategias de marketing con el objetivo de vender. Es por eso que los artículos de primera necesidad siempre están hacia el fondo del local. De esta manera, el cliente tendrá que pasar por todo el local para llegar a ellos… y en el camino podrá tentarse con mil y un artículos con sus diferentes promociones, degustaciones y demás astutas técnicas de merchandising. No es que esté mal lo que hacen para vender, es su trabajo. Pero nuestro trabajo como clientes inteligentes y sensatos es no dejarnos engatusar por dichas estrategias. He aquí la importancia de la lista de compras y de ir al supermercado con el objetivo de conseguir lo que necesitamos. Todos tenemos un super de preferencia al que vamos regularmente. A veces vamos tantas veces que sabemos de memoria la ubicación de los artículos. Pero, ¿no les pasó que un día van y de repente está todo el local dado vuelta? Los artículos han cambiado de lugar y ya no sabemos dónde está qué cosa. Resulta que eso también es un truco del super. Se cambia de ubicación a los productos para eliminar la memoria y rutina de los clientes habituales, obligándolos a recorrer todos los pasillos en busca de la nueva ubicación de los productos que desean. Con esos cambios se procura promover las compras espontáneas. En general y por pura comodidad, compramos los productos que están situados a la altura de nuestros ojos. Así que, ¿qué productos son los colocados a esa altura? Obviamente los más caros. Y esto también se aplica al nivel de los ojos de los niños, con respecto a los productos infantiles más caros. Si nos es posible y queremos economizar, sería bueno que nos tomemos el tiempo de mirar las diferentes marcas que ofrecen el mismo producto, aún si es implica tener que agacharnos para analizarlos. El último punto donde procuran vender algún producto que no estaba en la lista es en la caja. Siempre está rodeada de pequeños estantes con diferentes chucherías que piden ser compradas. Si no estaba en la lista, lo único que hará es aumentar la cuenta final… y probablemente la cuenta calórica (sin contar el número de visitas al odontólogo). La experiencia de comprar productos que necesitamos no tiene por qué ser algo tedioso ni algo que nos preocupe a fin de mes. Si incorporamos en nuestra rutina diaria estos tips y sabemos a qué nos enfrentamos, incluso puede llegar a ser un pequeño placer del diario vivir.

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