domingo, 12 de febrero de 2012

Una pausa para disfrutar

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La gente suele llamar té a cualquier bebida que se prepare agregando agua caliente a hierbas. La realidad es que el término té propiamente dicho solo se aplica a la infusión preparada de las hojas y brotes de la planta del té, Camellia sinensis. Todas las otras bebidas son infusiones. Infusiones de hierbas, de frutas, etc. El té puede ser verde, negro, blanco, rojo, amarillo, oolong… dependiendo del proceso al que se le someta. Los posibles beneficios del consumo de té para la salud han sido apoyados por algunos estudios, a la par que otros estudios no encuentran pruebas definitivas que prueben algún efecto beneficioso. Así que, una vez más, hay mucho por descubrir. Lo que sí sabemos con certeza es que en muchas personas tiene un efecto calmante (paradoja interesante considerando que contiene cafeína, un estimulante). Quizás este efecto calmante se deba sobre todo a que cuando tomamos té, en general no lo hacemos a las apuradas. El tomar té es algo que hacemos con tiempo, en una pausa de nuestras actividades diarias. Podemos hacerlo en solitario (momento propicio para reflexionar) o podemos hacerlo en buena compañía. ¿Cómo se prepara un buen té? El agua que está apenas llegando al punto de ebullición (no el agua ya hervida que hace al té insípido) debe añadirse totalmente a las hojas de té en un recipiente precalentado. Una tapa sobre el recipiente evitará la pérdida de calor y el escape del vapor y el aroma de la bebida, ayudando así a tener una mejor extracción. El recipiente del té debe ser de un material que no sea metálico debido a que los metales afectan el sabor del té. Se debe dejar que el agua caliente extraiga el té de unos 3 a 5 minutos… y a disfrutar de una deliciosa taza de té ;)

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