domingo, 31 de julio de 2011

Comer como los chiquitos


Conseguí este momento capturado aquí

No me refiero a comer tirando la comida al suelo ni llenarle el cabello a alguien con puré de zanahoria (aunque puede ser muy divertido también). Me refiero al hecho de que los chiquitos sólo comen cuando realmente tienen hambre. El cuerpo nos dice cuándo parar de comer… pero, a medida que vamos creciendo, lastimosamente dejamos de escuchar a nuestro cuerpo. Volvamos a escuchar a nuestro cuerpo: aprendamos a diferenciar entre hambre y apetito, reconozcamos nuestra sed y saciémosla con agua (que es lo único que de verdad sacia la sed), sepamos cuándo necesitamos descansar. Otro punto muy importante es que los chiquitos suelen comer poquito a poquito. Se llenan pronto y a las pocas horas están con hambre otra vez. Comer fraccionado beneficia a nuestro sistema digestivo. Desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena son las comidas básicas que deberían ser parte de nuestro día a día. Los chiquitos disfrutan de comidas coloridas, divertidas. Cuanto más color en nuestras comidas, más vitaminas y minerales. ¿Una cosa que debemos evitar copiar de los chiquitos? Su renuencia a probar cosas nuevas. Como adultos que somos, no tengamos miedo de experimentar con diferentes vegetales, frutas y demás. Nuevos sabores, colores, aromas, texturas, formas… todo ello enriquecerá nuestro diario vivir y hará de la hora de nutrirnos un placer que no querremos dejar pasar.

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