domingo, 3 de febrero de 2013

Puntualidad


Se dice que quien llega tarde muestra irrespetuosidad para con las demás personas involucradas. La verdad es que en algún momento u otro a todos nos ha pasado de llegar más tarde de lo acordado a un determinado encuentro. Pero, ¿qué pasa cuando esto se vuelve un hábito? En el campo laboral, generalmente se considera que las personas puntuales son confiables y trabajadoras… en contraposición con quienes llegan tarde, a quienes se suele ver como personas que pueden influir negativamente en el trabajo de los demás, así como en la calidad de los productos y servicios. En la escuela, los estudiantes impuntuales suelen perder clases, lo cual retrasa su aprendizaje. Presentarse tarde a un turno con un profesional de la salud puede afectar la calidad del tratamiento que uno reciba. Estos son solo ejemplos de cómo se percibe la impuntualidad y sus efectos en la vida de la persona impuntual. Entonces, ¿cómo mejorar en este aspecto? Algo que resulta muy útil es ser previsor. Si tenemos un compromiso en cierto lugar, ¿sería sabio salir con el tiempo justo? ¿No sería más prudente contar con unos minutos de margen por si surge algún suceso imprevisto? Es cierto que no se puede prever cada detalle de la vida, pero es importante procurar calcular con realismo el tiempo del que disponemos para las tareas que deseamos realizar antes de la cita y las distancias que debemos recorrer para llegar a ella. Llegar a tiempo es todo un reto para las familias con niños. Por lo general, es la madre quien se encarga de prepararlos, pero el resto de la familia puede cooperar. Tener una hora establecida para salir de casa y que todos cooperen para lograrlo da buenos resultados. La persona puntual no necesita estar corriendo frenéticamente de una cosa a la otra y siempre llegar tarde. Antes bien, es calmada y ordenada. Logra más porque planea su día y empieza a tiempo o hasta un poco más temprano. La puntualidad hace que otros puedan coordinar los esfuerzos de ellos con los de uno y, como resultado, se puede lograr mucho. Benjamín Franklin dijo una vez que si uno ama la vida, no debería desperdiciar tiempo ya que de eso está hecha la vida. Y si uno aprecia la vida de los demás, no desperdiciará el tiempo de ellos llegando tarde.

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