domingo, 6 de mayo de 2012

Tierra limpia, alimentos limpios: Agua que no has de beber...

Un splash encontrado aquí
…dejala correr, reza el conocido proverbio. Su significado es que cuando algo no es responsabilidad de uno, no debería involucrarse en ello. Pero hoy sí queremos involucrarnos en un tema que nos atañe a todos: la conservación del agua. ¿Por qué nos atañe a todos? Bueno, en uno de los primeros posts en este blog habíamos hablado acerca de la importancia del agua para nuestra salud.  Más allá de beberla, la utilizamos para nuestra salud en otros aspectos: nos lavamos las manos con agua, nos duchamos con agua, limpiamos nuestros dientes con agua, limpiamos nuestras casas y medios de transporte con agua, limpiamos los utensilios de cocina con agua, limpiamos los alimentos que consumiremos con agua, cocinamos con agua, regamos las plantas con agua… y la lista continúa. Y ni pensemos en el agua que se utiliza para que nos lleguen los productos que usamos diariamente. Sirvan de botón de muestra los siguientes números: el cultivo de los granos de café, junto con su posterior producción, embalaje y transporte para que luego podamos prepararnos una taza de café necesita de unos 136L de agua; cultivar algodón para hacer una camiseta requiere 969L de agua; fabricar un auto estadounidense requiere unos 147420L … Se necesita agua para enfriar las centrales termoeléctricas que convierten los combustibles fósiles en electricidad. En síntesis, se necesita agua para básicamente todo en esta vida. ¿Por qué es tan importante este hecho? Porque el agua está acabándose. Raro, ¿verdad? ¿Cómo es posible si vivimos en la joya azul del Universo, un planeta cubierto por agua en más de la mitad de su superficie? Bueno, resulta que de toda el agua que cubre la Tierra, un 97% es salada y un 2% es agua dulce que o está congelada en los casquetes glaciares o bien está en acuíferos demasiado profundos como para acceder a ellos. Solo alrededor del 1% del agua mundial está accesible al humano en lagos, ríos, reservorios y acuíferos a profundidades alcanzables. Es este 1% de agua la que se renueva periódicamente por medio del ciclo del agua. Es este 1% el que hemos estado explotando por el incremento de población, urbanización, industrialización y consumo. Es cierto que los que utilizan la mayor cantidad de agua son las industrias y que ellas son las que en última instancia más la ensucian también. Independientemente de este hecho, hay maneras de contribuir a no desperdiciar este líquido vital en nuestro hogar: utilizar la manguera solo si es necesario para limpiar un área y no dejarla abierta todo el tiempo ni usarla como escoba; lavar los platos sin dejar la llave abierta todo el tiempo, no usar demasiado detergente (lo cual ayuda a la economía del hogar también) y raspar bien las ollas y platos antes de fregarlos; al lavarse los dientes o afeitarse, cerrar la llave del lavamanos; revisar si las tuberías del baño gotean y corregirlas si es necesario; cerrar la llave de agua al aplicarse el shampoo, el acondicionador o al enjabonarse; tener en mente que al ducharnos usamos menos agua que al llenar la bañera; usar el agua del enjuague final de la lavadora para regar las plantas; lavar el auto sobre el césped; recoger agua de lluvia y utilizarla para regar las plantas y lavar el auto; nunca dejar los grifos de agua abiertos en el caso que no haya servicio. Son pequeños detalles que hacen mucho.

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