David Niven Miller. Un nombre
totalmente desconocido para la mayoría de nosotros. Quizás si hubiera dicho
David Beckham o David Guetta la mayoría hubiera reconocido de quién hablo.
Pero, no. Hoy hablaremos de este investigador inglés experto en longevidad. Más
concretamente, hablaremos del concepto de que la cantidad de años cronológicos
(los que se calculan a partir de nuestra fecha de nacimiento) puede no ser la
misma que la edad de nuestro cuerpo. Muy posiblemente es por esta diferencia
que uno se encuentra con personas que no “aparentan” la edad que tienen sino
que lucen más jóvenes o más viejos. Este investigador desarrolló un test que
determina nuestra “segunda edad”, la de nuestro cuerpo. Según este test, a los
años cronológicos deben sumarse o restarse años de acuerdo a las respuestas que
demos a preguntas que indagan sobre hábitos de salud y estilos de vida. Las
preguntas se centran en la cantidad de amigos con los que uno comparte los
problemas, cuántos abrazos o besos recibe por semana, la edad estimativa en la
que uno cree que morirá, si es que las manos pueden tocar los talones de uno con las
piernas derechas, el peso corporal de uno, el tamaño de la panza, frecuencia
con la que siente cansancio o falta de energía en el cuerpo, si fuma, ingesta
de bebidas alcohólicas, cantidad de arreglos dentales, ingesta de gaseosas azucaradas
o jugos de fruta industriales, ingesta de alimentos enlatados y/o comidas en conserva,
cantidad de veces durante la semana en las que se siente demasiado lleno
después de comer, cantidad de resfríos que sufrió el año pasado, ingesta de
antibióticos en los últimos años, cantidad de veces durante la semana en las que
camina o realiza ejercicios por 30min o más y cantidad de veces durante la semana en las que realiza ejercicios de fuerza muscular. Luego de sumar y restar años, viene
el resultado. Si el resultado es que somos más jóvenes de lo que indica nuestra
documentación, ¡felicidades! Lo mejor es seguir en el camino por el que
transitamos para llevar una vida feliz y saludable y seguir buscando maneras de
mejorar cada día. Si el resultado es que tenemos la misma edad que la
cronológica, probablemente nos sintamos un poco irritados porque nos hubiera
gustado ser más jóvenes. Pero lo bueno es que con algunos retoques aquí y allá,
podremos tener un cuerpo más joven del que indica nuestro año de nacimiento.
Ahora bien, si el resultado es que somos más viejos que nuestra edad
cronológica… no hay por qué desesperar. Es algo que se puede revertir adaptando
nuestro cuerpo a elecciones más saludables. Para el autor de este test, los
mejores cambios se producen cuando se modifican la dieta, los niveles de estrés
y el ejercicio físico. Para tomar el test pueden ir a esta página (para quienes entienden inglés) o a esta otra (para quienes no entienden
inglés). La versión en inglés es la que ha perfeccionado el autor. Consiste en
unas 140 preguntas. Mi consejo es que lo tomen con tiempo y que tengan un
espejo cerca y a Google listo para investigar ciertos términos. La versión en
castellano es más corta y quizás menos precisa, pero nos da una idea general de
cómo vamos en este aspecto. Así que... ¿cuál es tu edad real?
No hay comentarios:
Publicar un comentario