domingo, 18 de diciembre de 2011

Alimentación oriental


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...específicamente, japonesa. ¿Por qué debe interesarnos cómo comen los japoneses? Si se fijan bien, aparte de los jugadores de Sumo, no hay muchos obesos caminando por las calles japonesas. Además de la genética, comparten algo muy importante en su cultura: la alimentación. La comida tradicional japonesa es una de las más saludables. Una de sus características sobresalientes es la variedad de alimentos que consumen en una sola sentada. Nótese que dije “variedad” y no “cantidad”. Esto se debe a que, si bien utilizan muchos alimentos de diferentes sabores, aromas, texturas y colores, no abusan de ellos. Todo a su medida. Esto asegura el consumo de los diversos nutrientes necesarios para la vida, sin  exceder en calorías. Un punto muy importante es que en general los vegetales (ya sea salteados, al vapor, hervidos u, ocasionalmente, fritos) son los que priman en los platos japoneses.  Es una fiesta de colores: zanahorias, repollo, algas, cebollas, pimientos verdes, soja… Entre los productos cárnicos prima el pescado. Por lo general se trata de salmón o atún, ricos en ácidos grasos omega 3. No comer hasta sentirse harto es otro aspecto importante. Eso se logra comiendo pausadamente, de manera que se dé tiempo al cuerpo para avisar que ya está satisfecho. ¿Otro punto muy importante? Nunca olvidan la importancia del agua. Beben agua, y bastante. La sed puede saciarse con varias bebidas, pero ninguna como el agua. Nuestro cuerpo necesita de agua todos los días. Pero no con las comidas, más bien entre medio de una y otra. Siendo sinceros, la salud japonesa no tiene solo que ver con su alimentación. La mayoría de los japoneses procuran practicar actividades al aire libre como pesca, caminatas y andar en bicicleta. Y su filosofía de vida es muy pacífica. Todo esto es muy beneficioso para mantener el cuerpo saludable y feliz.

domingo, 11 de diciembre de 2011

I scream for ice cream!


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…es un juego de palabras en inglés que traducido literalmente significa “¡Grito por helado!”, la combinación perfecta entre frio y dulce <3 En su forma más simple, el helado es un postre congelado hecho de leche combinada con saborizantes, edulcorantes y azúcar. Pueden llevar también huevo, frutas, chocolate, frutos secos, yogurt, agua mineral, estabilizantes... Pero, la mayoría de las personas olvida mencionar uno de sus ingredientes principales: el aire. Sí, aire. De hecho, el helado constituye uno de los triunfos de la tecnología de alimentos por ser el aire uno de sus principales ingredientes. Sin el aire el helado seria una nieve de leche, pero con el aire se convierte en un sistema coloidal de alta complejidad consistente en una espuma semisólida de celdas de aire rodeadas por grasa emulsificada junto con una red de diminutos cristales de hielo que están rodeados por un líquido acuoso en forma de sol. Lo que todo eso quiere decir es que si viéramos el helado bajo el microscopio veríamos aire y grasa. Y eso es lo que básicamente es el helado. No suena muy delicioso, ¿no? Pero cualquier persona que haya probado un helado sabe que lo es. De hecho es MUY delicioso si está bien hecho. Es justamente la grasa la que le da el sabor delicioso y el aire el que la da esa textura que tanto agrada al paladar. Además, esta crema helada también aporta otros nutrientes como hidratos de carbono, proteínas, vitaminas y minerales (dependiendo de qué ingredientes hayan participado en su elaboración). No es el cuco que todo el mundo quiere hacernos creer que es. Es un alimento que puede integrarse a nuestra alimentación saludable en porciones adecuadas. Incluso podemos quitarle el estigma de “postre” e incorporarlo a nuestras comidas como un desayuno a base de sorbete de naranja con fresas y kiwi, meriendas a base de manzana asada con helado de vainilla y ciruela o helado de yogur con frutos secos y miel. Incluso podríamos hacerlo parte de nuestros almuerzos y cenas. Como siempre, el grado de nuestra creatividad es el límite.  Este verano, a menos que otras enfermedades nos lo impidan, podemos deleitarnos con un delicioso helado… disfrutando cada bocado, sin abusar.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Un plato deliciosamente completo

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Comencemos por lo básico: el tamaño del plato sí importa. Cuanto más grande un plato, más cargaremos en él y más comeremos. Aunque la moda actual es tener cubiertos gigantes, procuremos conseguir platos tamaño pequeño a mediano. Así visualmente estaremos llenos por haber cargado bien el plato pequeño, pero no sobrecargaremos a nuestro estómago con comida (y sus calorías) que en realidad no necesitamos. Ahora que tenemos el plato, ¿cómo lo cargamos? Como se muestra en el gráfico, la mitad del plato debería de estar ocupado por vegetales (vegetables). Esto se debe a que los vegetales son excelente fuente de fibras, vitaminas y minerales… sin agregar muchas calorías al plato. Cuanto más colores en nuestro plato, mejor. No tengamos miedo de experimentar con diferentes sabores, texturas y aromas. Siempre que cubra la mitad de nuestro plato, los vegetales son bienvenidos. Un cuarto del plato deben ocuparlo las proteínas (protein). En este grupo entran las carnes (de vaca, de pollo, de pescado, de cerdo…), los productos lácteos (leche, yogurt, queso) y el huevo. Es muy importante que este grupo esté presente, pero que no domine el plato. El cuarto restante lo componen los hidratos de carbono (starch): arroz, fideo, papas, legumbres. Es una forma fácil de recordar cómo armar nuestro plato de manera balanceada y completa, sin olvidar que sea delicioso ya que comer es un placer ;)